Tenemos que hablar, me dijo muy seria. Tenemos que aclarar esto que hay entre nosotros.
Yo necesito un hombre, no quiero un macho ni tampoco un juguete que pueda hacer a mi antojo. Necesito que me abrace y que me acaricie, que me respete y que me quiera.
Que me haga reir y que me haga sudar, con la delicadeza que sólo un hombre puede tener. Necesito amor y seguridad. Quiero que me entienda y que entienda mis razones y maneras de actuar, que me entienda.
Quiero que me ame, y que quiera a mi familia. Que no sea antipático. Que me diga lo que piense y que comparta sus emociones conmigo, aunque sean malas.
Yo no le dije nada. Qué podía yo decirle? A veces las palabras no sirven de nada.
Me abrazó y por sus mejillas corrieron un par de lágrimas.
No te vayas, me dijo.
Peter La Anguila
Hace 4 meses.



No hay comentarios.:
Publicar un comentario