domingo, 19 de diciembre de 2010

Y hoy desperté

Un poco rojizo, pero solo de arriba. Un poco azulado, como desde hace 6 años, los ojos cansados, el tequila a un lado.

Extraño mi humo, el monolito que no te dejaba estar. Extrañé una vez la cerca de madera y una pintura que nunca nadie me quiso pintar.

Tal vez un par de líneas, que la verdad ya ni recuerdo, hablaban de la reina. Tuve que dejar mis pensamientos. Tuve que cerrar la puerta.

Escuchando la misma cantaleta, apuré mi tequila, salí a la calle y caminé, me vine. Volví a dormir.

Como contaba mi amigo Joaquín, Lo bueno de los besos es que curan heridas, lo malo de los años es que crean adicción. O tal vez era al revés.

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