No te preocupes por mi, aquí todo sigue igual.
Sabes, los conejos siguen tatuados en las paredes rosas, las flores amarillas siguen pegadas en los grises muros.
El vehículo sigue abriéndote la puerta como siempre, y yo, con mi vieja llave, hago las veces de caballero.
Te acuerdas? nuestra cama sigue meciéndose a un lindo compás, sólo que sin ti.
Me duele haberte dejado, pero no me duele haberte olvidado. Hace tiempo que cambiaste de cabeza en la que vivir, no te he pensado.
Tu largo caminar ha hecho de las suyas, las largas paradas han dejado huecos inllenables por ti.. He recurrido a otras mujeres.
Has sacado del espejo tu retrato, hoy sólo me cuenta de hombres cansados de esperar.
El alcohol no se escucha igual, ha cambiado de género musical, hoy le canta al despecho y con alegría.
Ahora, el manchado espejo no te refleja, y ni te recuerda, que es lo más triste.
Tus historias ya no me arrullan y no me convencen de estar junto a ti..
Qué tristeza me da ver las cenizas de nuestros que veres desperdigadas por la casa, que fué tuya y no la quisiste.
Es cierto que en mi colchón ya no estás, pero he dejado de extrañarte. Aquí hay novedad.
No te preocupes por mi, aquí las cosas han cambiado, ya no te espero y en mi cobija no existe marca tuya.
Tus niños preguntan por mi, sabiendo que su madre no me extraña mas.
Pero el adios es traicionero, hace olvidar al que esperas que espere, y hace extrañar a la que quieres que olvide.
El rostro que has acariciado no sueña contigo más. No te preocupes por mi, aquí ha seguido todo igual.
Igual, como cuando no estabas tu.