domingo, 20 de diciembre de 2009

Cambios..

Me estoy suavizando, Tío Phil. Éstas cenas costosas y los sándwiches raros hacen estragos en mi.

Demonios! Ves? Hasta cambian mi léxico.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Pelirroja

Tus ojos grandes son una ventana a un paisaje montañoso, frío pero muy acogedor.

Tu boca carnosa, que quiero morder, me recuerda mis instintos felinos.

Tu nariz pequeña, delinea perfectamente tu rostro blanco, que quiero acariciar.

Tu cabello rodea tu linda carita, esa que me hace sonreir incluso cuando estoy cansado.

martes, 15 de diciembre de 2009

Igual

No te preocupes por mi, aquí todo sigue igual.

Sabes, los conejos siguen tatuados en las paredes rosas, las flores amarillas siguen pegadas en los grises muros.

El vehículo sigue abriéndote la puerta como siempre, y yo, con mi vieja llave, hago las veces de caballero.

Te acuerdas? nuestra cama sigue meciéndose a un lindo compás, sólo que sin ti.

Me duele haberte dejado, pero no me duele haberte olvidado. Hace tiempo que cambiaste de cabeza en la que vivir, no te he pensado.

Tu largo caminar ha hecho de las suyas, las largas paradas han dejado huecos inllenables por ti.. He recurrido a otras mujeres.

Has sacado del espejo tu retrato, hoy sólo me cuenta de hombres cansados de esperar.

El alcohol no se escucha igual, ha cambiado de género musical, hoy le canta al despecho y con alegría.

Ahora, el manchado espejo no te refleja, y ni te recuerda, que es lo más triste.

Tus historias ya no me arrullan y no me convencen de estar junto a ti..

Qué tristeza me da ver las cenizas de nuestros que veres desperdigadas por la casa, que fué tuya y no la quisiste.

Es cierto que en mi colchón ya no estás, pero he dejado de extrañarte. Aquí hay novedad.

No te preocupes por mi, aquí las cosas han cambiado, ya no te espero y en mi cobija no existe marca tuya.

Tus niños preguntan por mi, sabiendo que su madre no me extraña mas.

Pero el adios es traicionero, hace olvidar al que esperas que espere, y hace extrañar a la que quieres que olvide.

El rostro que has acariciado no sueña contigo más. No te preocupes por mi, aquí ha seguido todo igual.

Igual, como cuando no estabas tu.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Pérdidas

Fué en un pueblo sin mar, una tarde en que no hubo concierto.

El Presidente municipal había encargado un coche pick up repleto de alcohol y pulque. Había llamado a todos sus amigos y a otro tanto de conocidos, y montados en caravana se fueron al boulevard engravado.

Iban a ver a la Vargas, a invitarle unos tequilas. Doblaron la calle que daba al callejon que tantas memorias guardaba en sus piedras, se detuvieron frente al muro rojo y tocaron a la puerta.

Los recibió Marta, quien con mucha atención hizo los ademanes de escucharlos.

-Venimos a ver a la cuatacha- Dijeron. -Vamos al campo a beber.

Marta, que unas noches antes le había servido la última copa de vino a Chavela, les dijo que la Señora ya no tomaba.

-La Señora ya no toma. Tiene ocho días que no toma una copa-

El presidente como pudo, se subió al pick up y desde ahí se dirigió a la multitud.

-Hemos vivido muchas cosas juntos, hemos compartido muchas noches y muchas lunas. Hemos compartido muchas botellas y hemos visto muchos amaneceres juntos- Dijo. -Pero ésta tarde hemos perdido a una gran amiga y compañera. No volveremos a compartir ni noches ni lunas, ni botellas ni amaneceres-

-Hoy hemos sufrido una pérdida irreparable- Dijo. -Irreparable-

-La Señora Vargas ya no toma. Se acabó nuestra compañera. Vámonos-

Y se fueron.