Una vez le pregunté a la esposa de Don Jerónimo, el dueño de la panadería que quedaba cerca de la escuela, a la que íbamos a comprar el pan que cenábamos una vez al mes con un buen vaso de leche mis hermanos y yo, ésa que había prevalecido durante los buenos ochentas, que si tenía algo de cincuenta centavos.
Se le humedecieron los ojos cuando me contestó que esos tiempos habían pasado ya.
La panadería no sobrevivió a los noventas y yo no volví por allá.
Supongo que aparte del tiempo, el dinero también acaba con las personas, las cosas y hasta las panaderías.
Peter La Anguila
Hace 2 meses.
2 comentarios:
Indudablemente que el tiempo cambia a las personas. En fin, todo es parte del proceso de de la vida. Pero el dinero? Porqué habríamos de definirnos como personas en términos de 'tanto tienes, tanto vales'? Entiendo que es difícil perder de repente todo por lo que has trabajado en la vida, pero eso nos limita a ser sólo seres materiales. En el proceso de la vida, el dinero debería ser sólo un elemento más, no la meta más importante que muchos persiguen incansablemente.
Gracias por compartir esta reflexión, que indudablemente nos pone a pensar.
Saludos, Héctor.
Estaba pensando en lo caro que resulta comer hoy en día. Pero desgraciadamente, es a lo único que no podemos acostumbrarnos, a no comer.
De repente me acordé de aquella tarde en la que, junto con mi hermana, regresábamos de un mandado que nos encomendó mi madre y llegamos a la panadería.
No he vuelto a ver a Don Jerónimo.
Gracias por tu opinión, Nieves. Un saludo.
Publicar un comentario