En mi amplio deambular,
diurno y nocturno,
alcohólico o sobrio,
he llegado a conclusiones muy concretas.
- La Humanidad es una hipócrita, Don Pepe.
Por miedo al dolor, los hombres ocurren a Dios como al dentista. Pero buscan al Diablo para divertirse, sin tan solo mencionar una vez un gracias Diablo mio!
Por el contrario, después de pecar, también le dan gracias a Dios por lo que han gozado.